MAIA

  A veces sentimos dolores en el cuerpo que parece que siempre están ahí, incluso tras tratamiento médico o reahabilitación de fisioterapia. 

  Un ser en equilibrio es como un río por donde fluye el agua constantemente y en suficiente calma. Hay situaciones en la vida que entorpecen o alteran ese fluir, y si no disponemos de las herramientas adecuadas pueden generar bloqueos. El cuerpo evidencia esos bloqueos mediante el dolor, avisandonos de los procesos y emociones no resueltos.

  Todas las emociones son útiles y necesarias (alegría, tristeza, ira, rabia,...) pero cuando no las sabemos gestionar y expresar mediante la palabra, el cuerpo acaba mostrándolas como puede. Cuando no les prestamos atención además acaban afectando a todo nuestro ser y a lo que nos rodea, y al final parece que olvidamos como empezó todo y creemos que nada podemos cambiar.

  Mediante lo que defino como “Psicoterapia Corporal” trabajamos el cuerpo emocional partiendo de las señales que nos da el cuerpo físico, gracias al trabajo corporal mediante técnicas como Shiatsu, Enemeigaku, Shinse-Tao, Masaje,... y en especial la Relajación acuática basada en el Janzu,… Este tipo de abordaje nos permite liberar esos bloqueos y nos abre camino para realizar un trabajo psicológico posterior más profundo.

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